Me paré en el gran portón cargando una mochila de color granate en mi hombro derecho y dejandola caer un poco.
Suspiré, cansada de caminar. Esa mañana me recorrí todo el pueblo buscando un sitio donde comer por la tarde, y no había encontrado nada. Pensé en donde comer, y suspiré de nuevo.
*Bueno no pensemos más en comida Erina...* dije, como de costumbre hablando sola. Me había tenido que acostumbrar a hablar sola, llevaba 3 años sola.
Así que comencé a caminar hacia el interior de la academia, esperaba encontrar a alguien que me dijera hacia donde ir o con quien debía hablar para mi información.
Entré en el edificio y me acerqué a una ventanilla en la que ponía INFORMACIÓN con letras bien grandes.
-Buenas. La muchacha de pelo rizado solo asintió -Mm..si. Verás soy nueva y necesito saber mi horario, porfavor.
La muchacha se agachó y cogió un papel, con la esquinita arrugada, se incorporó y me lo dió. Le coloqué bien la esquinita, y lo abrí.
Bienvenido/a, esperamos que esta academia sea total de su gusto. Más abajo tiene sus clases.
.....
Miré mis clases. Seguidamente vi que al final del papel ponía. APRENDA MUCHO! Solté una pequeña risa. Guardé el papel en mi mochila, y me di la vuelta con la intención de encontrar alguien con quién hablar...