Iba a contestarle cuando la papelera de la esquina prendio fuego,. distrayendo, y cuando me di cuenta el enano estaba corriendo por los pasillos del vestibulo.
-Maldito criajo..-mascullé. Apagué la papelera con un golpe de magia (no era que supiera demasiada magia, pero era un angel y si era capaz de controlar lo básico de la magia elemental) y eché a correr detras de él. Desplegué las alas alevenadome y plantandome delante de él. Le agarré por el abrigo, y el niño sonrió con malicia quitandoselo de un moviemiento y escapandose en dirección contraria. Y yo, como no, fui corriendo detras de él. Me sentía totalmente estúpida. ¿Como podía estar corriendo detras de un criajo malcriado de diez años? ¿¡Donde quedaba mi digindad!? ¡Tenia 2 573 años! ¡Si no habia tenido ni un solo retoño en toda mi vida porque tenia que dedicarme a perseguir a un tio que se habia vuelto un infante!
Entonces conseguí acorrarlo, y ya furiosa, dejandome llevar por mis impulsos y mi rabia, desevainé el florete (fdr: el florete que sale en la foto de mi ficga n w n ) y apunté al niño con él.
-¡Deja de correr de un lado para otro si no quieres que raje en dos niñato!
Grité enfurecida, dejando al niño de piedra.